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Las Prácticas en la Edad Media

Durante la Edad Media no shizo el menor adelanto en cirugía. Incluso, en el siglo XIII, el Papa Inocencio III prohibió a los eclesiásticos la práctica de las operaciones quirúrgicas y más tarde, fue considerada indigna para los médicos, y su práctica relegada a los cirujanos inferiores.

En esta época es la cultura árabe quien mantiene la Medicina en su más elevado nivel. Abulcasis (Abul´l-Qasim al Zahrawi) debe su nombre a la ciudad de Medinat al-Zaharawi, próxima a Cordoba, y vivió en el siglo XI. Su obra al-Tasrif revive y enriquece el arte de la cirugía enseñado por los antiguos maestros, desde Paulos Aegineta a Hipócrates.

En 1492, "un tal Branca, doctor para heridas" reintroduce en Catania el antiguo método indio para la reparación de los defectos en la cara. Pero fue Gasparo Tagliacozzi, (S. XVI) profesor de anatomia en la Universidad de Bolonia, el primero en describir, científica y fisiologicamente, la realización de un colgajo del brazo para la reconstrucción de la nariz. Atacado por los teólogos de su tiempo, acusado de interponerse a la obra de Dios y atribuyendo sus éxitos a la gracia del diablo, esta cirugía fue abandonada hasta el siglo XVIII. En este tiempo, la Compañía Inglesa de las Indias Orientales transmitió la noticia de la reconstrucción de nariz realizada en un soldado indio que servia en el ejército inglés. Desde ese momento el antiguo método indio de los colgajos fue utilizado en Europa y América.

Durante la Primera Guerra Mundial estos conocimientos evolucionan, se sistematizan y se abren nuevas perspectivas para el desarrollo de las técnicas reparadoras y de la incipiente cirugía estética.

La cirugía estética nace como tal en las manos de un cirujano alemán, Jacob Joseph, quien en 1896 realiza la primera intervención para corregir las orejas separadas (orejas en soplillo) de un niño. En 1899, "un hombre con nariz como un pico de águila" se le presenta en el consultorio buscando remedio para su pena. Después de un tiempo de estudios, Joseph aceptó realizar la operación. En esta ocasión la cicatriz fue realizada en el dorso de la nariz, el resultado satisfactorio y asombrosa la transformación del paciente.